martes, 2 de septiembre de 2014

RAMÓN, MI PAPI

Bueno, Agosto ya ha pasado. Otro verano distinto, esta vez bastante pendientes de los abuelos.
Supongo que por lógica, llega una etapa de tu vida en la que tus padres, los abuelos de tus hijas, se hacen mayores, y con ello comienzan a sucederse una serie de "fenómenos" que antes ni te habías planteado.
Ellos van envejeciendo, enferman, pasan de ser cuidadores a necesitar ser cuidados, viven su vida un poco más lejana al barullo que les rodea,...y nosotros pasamos a ser cuidadores, cocineros, responsables de intendencias, tomadores de decisiones...
¡Cuánto echo en falta ir al pueblo a no hacer nada, a mesa puesta, a ropa limpia, a casa organizada...! ¡Qué pena da...mamita! Es otro momento, en el que los que éramos marineros pasamos a ser capitanes del barco.
Nos queda la satisfacción de contribuir a cuidarlos, a que se sientan bien, queridos y que vuelvan a esperar con deseo el próximo fin de semana que "vendrán las chicas".
Y en medio de todo este escenario está Ramón, mi padre, abuelo que también ha pasado de ser mero actor a dirigir la película.
Hace tiempo que quería dedicarle una entradita, se la merece.
Toda su vida trabajando, organizado hasta la exageración, responsable hasta agotar, puntual como ninguno, nervioso, activo, hortelano de escuadra y cartabón, con todo su alrededor planificado y perfecto. Y ahora... una parte importante de su vida se le ha caído, su Pilar (nunca mejor dicho), su planificación ha fallado, cada día es un reto a pasar, su organización ya no sirve, hay mucho más que organizar,...
Pero, ahí lo tenemos, dirigiendo la nave, enfermero, cuidador, cocinero, a ratos hortelano, marido, padre y abuelo. 
¡Qué grande eres papá! ¡Qué bien lo estás haciendo!
A pesar de tu sordera (impresionante) cómo has escuchado las nuevas necesidades, como te has adaptado a la nueva situación, al principio con incertidumbre y miedo, como todos, ahora con empeño, ganas y determinación. 
Gracias a ti, la mamá cada día se levanta en su cama, se sienta en su sillón, come en su cocina, revive en sus recuerdos y sonríe en la placeta con sus vecinas.
Ella no te lo puede agradecer pero sabe perfectamente que tú estás, que te tiene a tu lado. Vives con ella y por ella porque así lo has querido desde hace 50 años. 
Gracias papá en nombre de la mamá.


2 comentarios:

  1. ¡Gran dosis de amor y ternura en tus palabras Pilar! Eres capaz de transmitirnos sentires profundos con sencillez y claridad. Eres generosa por compartirlo con nosotros. Gracias....tú tambien lo estas haciendo muy bien. Derrochas cariño...Y eres tan "guapa"....

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  2. Nunca dejas de sorprender... siempre nos dejas la puerta abierta a millones de cosas que contar. .. de nuevo mil gracias Pilar.

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